El alcalde del condado Miami-Dade retrocedió la apertura de algunos negocios este lunes, debido al repunte en casos de coronavirus y aumento en las hospitalizaciones al sur de la Florida.
"Estoy firmando una orden de emergencia que cerrará los restaurantes (a excepción de los servicios de comida para llevar y entrega), junto con salones de baile, instalaciones para banquetes, lugares para fiestas, gimnasios y alquileres a corto plazo", señaló el alcalde Carlos Giménez, según un comunicado de prensa.
Estos cierres, entre otros que se incluirán en la orden, entrarán en vigencia el miércoles 8 de julio.
Se mantendrán abiertas las actividades al aire libre, incluidas las piscinas de condominios y hoteles con estrictas reglas de distanciamiento social y uso máscaras, así como campamentos de verano y guarderías infantiles con límites de capacidad estrictos, que requieren uso de cubrebocas y distanciamiento social de al menos 6 pies, señaló la alcaldía.
Los edificios de oficinas, tiendas minoristas y servicios de aseo permanecerán abiertos y el toque de queda nocturno, de 10:00 p.m. a 6:00 a.m. en todo el condado seguirá vigente con excepciones para los trabajadores esenciales.